24 November 2008

I want to live in a wooden house where making more friends would be easy

Hay casi que admirar la capacidad del ser humano para resistirse al cambio aunque la vida le dé miles de señales de que es hora de enfrentarlo. Nada los inmuta, nada los conmueve, todo permanece igual para ellos aunque el mundo se desmorone a sus pies. Alguien muere pero nadie de las personas que lo conoció adquiere un ápice de apreciación por su vida o la vida en general. Las semanas de cruel enfermedad fueron un contraste horripilante con respecto a la existencia de alguien tan bueno, dulce y amable, pero la gente alrededor se enoja, se pelea, manipula, se separa definitivamente. Si yo no la hubiera conocido en persona erróneamente le atribuiría responsabilidad por el comportamiento asqueroso de sus engendros pero he aprendido que cada quien responde por su pellejo nada más.

Por unos cuantos centímetros de distancia se salvó de ser aplastado por el poste en el que estrelló un carro. Pero ni para él, ni para su familia algo cambia, excepto que ahora van a tener que caminar más. Esos acontecimientos que deberían de hacerte abrir los ojos, replantear tu camino, hacerte un mejor ser humano, querer más a la gente con que te tocó convivir, pasan desapercibidos, casi como si fuera un mérito perserverar en el estancamiento.

Encuentran al amor de su vida, tienen hijos, forman una familia y siguen siendo lo mismo. A veces hasta son peor porque tienen más gente con quien perpetuar y practicar sus defectos.

Cambian de trabajo, de casa, de país, pero todo permanece igual.

El Dalai Lama dice que el verdadero cambio es algo gradual e imperceptible, pero yo no veo gradual, veo inexistente. No hay evolución ni agradecimiento, no puede surgir sabiduría de la falta de consciencia tan descarada de la que todos hacen alarde.

Siento tanta vergüenza, tanto pesar.


1 comment

  1. yo siento orgullo... por que te veo a vos cambiando, y parece que no te das cuenta. estoy orgulloso de vos.

    un fuerte abrazo

    dz

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