04 April 2008

Who said girls in Dorothy Parker’s stories don’t know how to party?

Hoy es un día de celebración: declararon insalubre la universidad y no tuvimos clases. Y como mi frágil organismo no puede tolerar otra jornada de 8 horas frente a Olivia, arrastré a Moisés fuera de su casa para que me acompañara en una aventura tipo "Sheep en la gran ciudad". Salimos, dos solteros codiciados, a explorar las infinitas posibilidades que tiene que ofrecer esta gran urbe. Primera parada: Metromedia. Como hoy tenía planeada una tarde de Girl Power, quería llevarme varias películas de esas que podrían espantar hasta al mejor de los novios, pero "La vie en rose" estaba alquilada, y tuve que conformarme con "Elizabeth, the golden age" y "Atonement", que todavía no puedo creer mi buena suerte por haber logrado encontrarla. Hicimos de esos recorridos deliciosos pero masoquistas para las personas en quiebra como yo, en los que velamos libros que nos gustaría comprar. Dios, ocupo tanto pisto. Visitamos el mutilado, cercenado y destrozado Los Castaños, que ha sido modificado hasta perder todo indicio de dignidad y buen gusto que su diseño original alguna vez tuvo. (No entiendo ese deseo de estandarizar todos los centros comerciales al estilo sobrio/simplista/dizque-vanguardista de las Cascadas.)

Llevé de emergencia a Moisés a Chomy's para que tomara un frosticcino. El hereje ese nunca había los había probado antes. Por primera vez en la historia del universo, logré encontrar al miserable pichingo del Coffee News, incluso antes que Moi. Hasta les avisé a Mafer y a Herminio porque era verdaderamente insólito.

Después pasamos por una joyería, preguntando si podían reparar una pluma fuente de mis años de escuela que encontré pululando hace unos días y que se niega a escribir con tinta de chinógrafo. Pero se niegan a emitir un diagnóstico hasta ver en vivo al paciente.

Almorzamos y vimos "Elizabeth". Nada mejor que el feminismo del Renacimiento.

Visitamos a los pobres de Yanis y Bendeck, que tienen entrega mañana. Es muy raro estar del otro lado del ajetreo de las clases.

Y regreso a mi casa, a escribirme a mí misma porque mi cabeza pertenece a una historia de amas de casa de los años 20. Ese contenido es demasiado tortuoso, aún para este confesionario de delirios. Pero fue bueno tener
un corte con la rutina, que viva la inmundicia del sistema educativo.

2 comments

  1. Anonymous2:53 AM

    oye ese dia y las actividades me parecieron fantasticas... puchica haber que dia compartimos un cafe... solo que de la milonga...

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  2. Definitivamente, un día espectacular... qué me hubiera encantado acompañárlos... maldito entrega de diseño :P

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