23 March 2008

And the thing that freaks me out, is I'll always be in doubt

Yo todavía no puedo reconocer que todo lo que soy en este momento es el resultado de mis propias decisiones, de todo lo que decidí para mí misma en el pasado. Me sigo viendo a mí misma como aquella víctima del autoritarismo paterno que no me dejó irme a estudiar en el extranjero a los 17 años, o de la eterna permisividad de mi madre que nos hizo pasar a mi hermano y a mí tantas cosas que muchos años después de que sucedieran todavía le reclamo en mis silencios y en mi renuencia a establecer conversaciones con ella o con mi padre. Sé que hay tanta genial que ha salido de esa universidad, y probablemente jamás estaré a la altura de algunos de ellos, y aún así sigo pensando que estoy perdiendo mi tiempo y desperdiciándome en ese antro ridículo. Soy perfectamente capaz de reconocer mis inseguridades y paranoias, pero no dejo de culpar a otros por no saber lidiar con ellas, por dejarme sola o peor, por haberme dado esperanzas de que yo era bienvenida dentro de su círculo.

Cuando me creía en medio de una búsqueda espiritual y significativa pensaba que al vivir todo esto estaba saldando algún tipo de deuda pasada, o que estaba obteniendo aprendizaje necesario para cumplir cierta misión, y hoy solo me parece una tortura horrible, una razón para justificar todos los caprichos que he adquirido, con la excusa que me hacen soportar la rutina y todas esas cosas que jamás, absolutamente jamás voy a ser capaz de cambiar, y de las que aspiro a alejarme lo más pronto posible. Estoy en clases y es un desastre, con sus horarios absurdos, los minutos contados para terminar miles de trabajos, los profesores, los compañeros… Pero me dan una semana de vacaciones y añoro estar fuera de mi casa, lejos de la música desde las 9 de la mañana, los discursos interminables a la hora de la comida y mis papás rondando porque no tienen nada que hacer. Pero me tengo que tragar todo porque no tengo ningún lugar adonde ir ya que tengo un montón de tareas y la hemeroteca está cerrada.

Y todo esto es mi creación. Sin importar si crea o no en divinidades o reencarnaciones, todo mundo me dice que esto es mi responsabilidad, y nadie va a tener la habilidad o el deseo de ayudarme. Yo creo en la ley de la adaptación, en la capacidad para salir adelante en cualquier medio, y a pesar de todo siento que hasta ahora he hecho lo mejor que he podido y me he comprometido hasta donde era capaz de hacerlo. Pero no logro quitarme esa espina, y maldigo a ese tipo que dice que hasta que una persona pueda decir, profunda y honestamente, “soy lo que soy como consecuencia de mis elecciones de ayer”, tampoco podrá decir “elijo otra cosa”, porque sé que tiene razón.

1 comment

  1. Honestamente creo que yo nunca voy a lograr adaptarme al 100%. Siento que el mundo es demasiado circunstancial y actua según lo que se le presente. Sin embargo creo que la situación presente en que me encuentro todavía es modificable. Puedo encajar en el mundo, pero no quiero hacerlo, dado que vivo en el mundo debería de encajar, lo haré pero sólo en la medida de lo necesario.

    ReplyDelete